NR13. Durante un día de luna llena un psiquiatra se dedica a observar las reacciones de sus vecinos. Los acontecimientos se suceden de una forma vertiginosa, observados a su vez por el portero que, dado su puesto, es el catalizador de todas las situaciones: una equivocación a la hora de elegir los lavabos provoca un supuesto suicidio con la participación de toda la barriada, y a don Francisco, la huída de su hija le da pie para organizar una trifulca. Morán, el tabernero, es llevado a la comisaría debido al supuesto suicidio y es obligado a cerrar el bar. A su vuelta, decide no volver a abrir y ver todo el día la televisión, pero ésta no funciona y el hecho de subir a reparar la antena es considerado por todos los vecinos como un intento de suicidio.