NR13. Emilio representa la figura del ´´eterno´´ opositor. Instalado en la treintena, parece que su vida nunca va a salir a flote: ´´vive en un piso pequeño, lleno de padres, de hermanos y de ruidos´´ como le recuerda su odioso preparador don Torcuato, y Patricia, la mujer de sus sueños, sale con Javier, un pijo repelente que se ríe de él siempre que tiene oportunidad. Ante este panorama Emilio está empezando a perder los nervios, tiene sueños muy extraños y a veces éstos se mezclan con la realidad cotidiana. Cuando parece que todo está a punto de reventar, aparece una solución mágica: el tío Rafael, hombre de buena posición económica, deja libre su chalet todo el verano, y los padres de Emilio deciden que vaya allí una temporada y así preparar en condiciones el último examen. Parece que por fin la paz y el silencio le permitirán a Emilio organizarse su tiempo. Sin embargo, un compañero de carrera llamado Salva aparece por sorpresa, y ante lo aparentemente ´´desesperado´´ de su situación, Emilio decide invitarle a pasar unos días a cambio de liberarle del trabajo doméstico. La llegada del nuevo inquilino (y su perro Stallone) trae consigo que la tranquilidad que pretendía Emilio se vayan definitivamente al garete: un vecino con un carácter imposible, una vidente y su criada, dos perros y un loro son los elementos que formarán parte de la peor de las pesadillas de Emilio. Para colmo, su estratagema para tratar de conquistar a Patricia se ve abortada por el carácter demasiado ´´extrovertido´´ de Salva, siempre en el centro de todos los problemas.