NR18. El personal de "Feminax" se ha declarado en huelga. Para negociar las reivindicaciones, los obreros han elegido a Hipólito, el empleado más insignificante de la empresa. Pero Hipólito no es el pobre diablo que todos imaginan. Al poco tiempo de su liderazgo ambarullará de tal forma las cosas, que Carlos Fuentes, el dueño de la fábrica, acabará por congraciarse con él, otorgándole un alto cargo en su empresa. Hipólito se "beneficiará" a la amante del patrón, logrará introducirse en el círculo social de éste y terminará por convertirse en una auténtica pesadilla para todos.