TP. Se acercaba el año mil y parecía que en España existía una tregua entre moros y cristianos. Algunos pueblos vivían tranquilamente comerciando con ambos reinos, cuando uno de ellos vio turbada su paz con la llegada de los árabes al mando del Jeque Abengaldón. El alcalde se excedió en atenciones, aunque su hija Sancha trató de oponerse. El que realmente vio el peligro fue Fernando, un joven comerciante, que decidió marcharse con sus carros cargados de trigo. Pero no contó con la astucia de los árabes, quienes aprovechando que Fernando era atacado por unos bandidos, decidieron atacar a éstos y apoderarse del trigo. Los árabes organizan el pueblo y van prolongando su estancia. Cansados, los campesinos deciden rebelarse animados por Sancha, pero los árabes aplastan la revuelta y hacen escarmiento ahorcando incluso al alcalde. En este momento llega Fernando acompañado de su padre, decididos a escarmentar a los árabes.