TP. Lola, artista ya retirada, cuenta en su homenaje, a una joven bailarina, su ajetreada vida. Así transcurre la mayor parte de la película. Formó pareja durante mucho tiempo con un gitano que se enamoró de ella y al que abandonó por un director de orquesta, que se la llevó de gira por el extranjero. Mientras ella continuó actuando, él se dedicó a la bebida. A su regreso, el gitano la ve actuar metido entre el público y su dolor es tan intenso que le produce la muerte.