TP. Pedrito es un niño de once años de fantástica imaginación. Juan Aguirre, rudo hombre de mar, tiene adoptado a Pedrito como hijo desde que el padre murió en un naufragio. En una terrible tempestad muere también Juan, dejando al niño en la más absoluta soledad. Pero Pedrito, no pierde la esperanza de que volverá, y todos los días va a la escollera. Un día entre mucha niebla, descubre algo flotando sobre el agua, que resulta ser un Cristo sin cruz. Don José, el párroco del pueblo, le convence de que el mejor sitio donde puede estar la imagen es en la iglesia. Pero aquella noche sucede algo insólito. Al quedar el templo solitario, los clavos que sujetan la cruz se desprenden de la imagen, que al día siguiente aparece yacente en el altar. Pedrito, en uno de sus paseos por la playa, encuentra a un vagabundo que dice llamarse Manuel, y después de hacerse amigos le convence para que se vaya a dormir a su casa. A partir de este momento empiezan a ocurrir en el pueblo una serie de prodigios en l