TP. En un pintoresco pueblo de los alrededores de Montserrat, se representa anualmente la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo por los habitantes del lugar. El que interpreta el papel de Judas es aborrecido por sus vecinos. Su secreto afán es el de poder llegar a personificar el de Jesús. Para conseguirlo hace recaer la culpa de un robo sobre la persona que representa aquel papel. Al ser descubierta la intriga, es brutalmente apaleado y, arrepentido, vuelve al teatro a interpretar la agonía de Jesús, que es su propia agonía.